Digamos que tenemos dos fotos, de dos días diferentes, en la misma semana.
En la primera foto estoy yo, con cara de aburrido, en un restaurant de “Las Lomitas” sentado frente a una ensalada Caesar un poco amarga y escuchando con casi fingido interés lo que X me dice. Distraídamente su mano roza la mía, sus ojos se cruzan con los míos, su charla (0continua) continúa. Estoy hastiado.
Cada seis palabras una es “mi amor”, “conejito”, “gatito”, “gordo”, “mi vida” intercalados en un monótono relato de las “aventuras” de su día a día.
La segunda polaroid ocurre cuatro dias después. En ella me pueden ver a mi, completamente fascinado, mirando con atención a la cara y gestos de Y, quien me cuenta, frío, duro, sopesando cada palabra, su casi paralizante miedo a tener contacto conmigo en publico. Sus problemas psicologicos, sus miedos, su particular deseo de huir de todo y de todos. Sobre todo del futuro, probable, esquivo, inabarcable, intangible, inexistente, conmigo. Mi sonrisa es inabarcable. Hasta olvidé los panzottis a la bolognesa.
X es seguro de si mismo, labura, tiene vision de futuro, problemas minimos y una clara intención de tenerme como novio.
Y es un caso especial, mas niño, menos confiado, con “problemas”, con amigos que me bañarian en veneno o ácido, inseguro, esquivo, definitivamente poco comprometido conmigo.
¿Adivinen a cual dejé por sentir que me moria ahogado y a cual aspiro amar con toda mi alma tequierista? Les dejo una pista: las pastas me pueden. (by Tin)
En la primera foto estoy yo, con cara de aburrido, en un restaurant de “Las Lomitas” sentado frente a una ensalada Caesar un poco amarga y escuchando con casi fingido interés lo que X me dice. Distraídamente su mano roza la mía, sus ojos se cruzan con los míos, su charla (0continua) continúa. Estoy hastiado.
Cada seis palabras una es “mi amor”, “conejito”, “gatito”, “gordo”, “mi vida” intercalados en un monótono relato de las “aventuras” de su día a día.
La segunda polaroid ocurre cuatro dias después. En ella me pueden ver a mi, completamente fascinado, mirando con atención a la cara y gestos de Y, quien me cuenta, frío, duro, sopesando cada palabra, su casi paralizante miedo a tener contacto conmigo en publico. Sus problemas psicologicos, sus miedos, su particular deseo de huir de todo y de todos. Sobre todo del futuro, probable, esquivo, inabarcable, intangible, inexistente, conmigo. Mi sonrisa es inabarcable. Hasta olvidé los panzottis a la bolognesa.
X es seguro de si mismo, labura, tiene vision de futuro, problemas minimos y una clara intención de tenerme como novio.
Y es un caso especial, mas niño, menos confiado, con “problemas”, con amigos que me bañarian en veneno o ácido, inseguro, esquivo, definitivamente poco comprometido conmigo.
¿Adivinen a cual dejé por sentir que me moria ahogado y a cual aspiro amar con toda mi alma tequierista? Les dejo una pista: las pastas me pueden. (by Tin)
1 comentario:
Sinceramente, el mejor post dde que tequieristas existe!
Sublime tin.
Respecto al contenido, estamos al horno, lo sabias?
Claramente somos fanaticos de las pastas
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