miércoles, 21 de enero de 2009

Amantes, un riesgo tequierista.

Una caso grave entre los tequieristas, y bastante común por cierto, es cuando el tequierista se enamora de su amante. O sus amantes. Movido por este afán de dar amor a mansalva, el tequierista se aparta de los preceptos cristianos y no ve la infidelidad como un acto de gula, de lujuria, sino como un acto de compromiso, de generosidad hacia el otro carente de afecto. Hasta ahí todo funciona según los cánones normales del tequierismo, el problema viene cuando el número de amantes crece. Ahí se complica mantener el decoro porque el tequierista ama a todas/os por igual, y se siente mal por no poderle brindar a todas/os la atención necesaria. Además, puede ocurrir algo que pondría en riesgo la vida del tequirista, y es que el amante se enamore e intente tener privilegios que sólo están reservado para la pareja oficial: el blanqueamiento. Ahí, el tequierista con todo el dolor del mundo debe ser hábil para saber dejar a su amante, demostrándole el mismo amor de siempre pero dándole a entender que lo suyo no puede seguir siendo posible. Esto es durísimo para el tequierista, que en efecto sigue enamorado de su amante. Pero debe ser fuerte y preservar a su especie. La excusa más usada y efectiva es "me estoy enamorando tanto de vos que no puedo seguir con esto porque me hace mal. Dejaría todo por nuestro amor pero mi novia tiene una enfermedad grave y no la puedo abandonar ahora". El único problema de esto es que uno va acumulando excusas, amantes, y preocupaciones. Si bien no suelen volverse en contra del tequierista, la cabeza sensible de este siempre teme que en algún momento el amante se enoje y de a conocer al mundo su amor. O lo que es peor, cuando un tequierista no aguanta más de amor y deja a su pareja por un amante, tiene terror que los otros amantes despechados pueden enfadarse por no haber sido ellos los elegidos y ocurra una desgracia. Tequieristas, es difícil, pero venceremos. ¡Tequierismo o muerte! (by Tom)

lunes, 19 de enero de 2009

T(e quierista) Virus (*)

Lo que comenzó como una patología aislada, prontamente se esta transformando en una epidemia. Hay que reconocerlo: los tequieristas somos elitistas. No es rara la coincidencia de que nuestros amores sean platónicos y que nuestro estilo de vida sea acorde al sistema de gobierno propuesto por el filósofo mas importante de la Grecia Clásica.

Nos fastidia mucho perder esa cosa de secta que tenemos y a la que orgullosamente pertenecemos. Ustedes podrán decir que es una actitud egoísta, antisocial o incluso estúpida. Pero piensenlo así: se imaginan un mundo habitado solamente por gente de nuestra estirpe? Sufriendo desencuentros de amor o amándose de manera acaramelada en cada esquina, regalándose flores y reemplazando la frase "tipo que" por "te quiero"?
Les puedo asegurar que por mucho sentimiento de pertenencia que tenga al grupo, aborrezco la idea. El mundo y la sociedad aun no esta preparada para dar ese salto cuantitativo.

Y ustedes se preguntaran a qué viene todo esto. La respuesta es simple. Hoy caí en la cuenta de que el "tequierismo" es contagioso. Amigos que aborrecian la idea antaño, comenzaron a ver con simpatía mi dolencia y terminaron haciéndola suya en cuestión de meses. Gente que pasó de considerarme un "idiota sentimentalista" (M. dixit) a una persona que no tiene una concepción tan errada de las relaciones, e incluso, a reconocer su represión a dicho sentimiento. Otros, en cambio, siguen sin detectar su infección, pero yo ya la puedo ver; gente que no respondía a ningún gesto de cariño, hoy se despide con un "te quiero" de amistad, impensable apenas semanas atrás.

El mundo está cambiando. No se esta avecinando una guerra mundial, la batalla por el agua, ni esta regresando a la crisis financiera del 29. Es mucho, pero mucho peor. El mundo se esta volviendo tequierista. Que Dios se apiade de nosotros...

by Lilith

(*) clara referencia al virus fabricado por Umbrella Corp. No me extrañaria que el mundo terminara igual que Raccoon City

domingo, 11 de enero de 2009

Límites estructurales

Quizá, como alguna vez John Gray en su obra mas conocida - "los hombres son de Marte y las mujeres de Venus" - seamos incompatibles y no haya remedio.

En todo caso, creo que debemos aclarar algunas cosas. Los tequieristas somos personas sensibles, amables y nos brindamos por entero, pero vale resaltar que, al igual que el universo de la teoría cuántica, tenemos límites (sí, quizá tan lejanos como ese plano). Estos límites son inciertos y diferentes según la persona que padezca el tequierismo y su tipo (ver tequierismo patológico), pero sabemos a ciencia cierta que estan ahí, pendientes de utilización. El tema es que no lo damos a conocer hasta que no sea el último recurso, como si del "berserk mode" se tratara (para el que no entienda, péguenle un vistazo a evangelion, serie que se recomienda por ser Shinji uno de nuestros integrantes).

Ustedes se preguntaran a que viene esto. Y es a lo siguiente: Nuestra sensibilidad nos permite entenderlas, quererlas, amarlas incluso aunque sea por el breve tiempo que dure la relación, pero ustedes se abusan.

Confunden sensibilidad con mariconada, paciencia con sumisión y amor con locura.

Que las amemos hasta los confines del mundo no quiere decir que puedan hacer de nosotros sus muñecos vudú a costa del sufrimiento de nuestros corazones. Que queramos a cada persona de nuestro circulo social de manera única e irrepetible no significa que seamos inmunes a sus ataques sin causas aparentes.

Somos tequieristas, no emos. Y he aquí la diferencia. No deseamos el dolor que nos causan las rupturas de las relaciones, lo aceptamos porque es inevitable. Porque somos conscientes que una gran demostración de afecto nos deja vulnerables, pero confiamos en que no van a explotar esa grieta que aflora de nuestros corazones, sino que van a ponerle "el pulpito" para que olvidemos que está allí con su presencia.

Lo nuestro es eterna esperanza, no boludez constante. Y a veces, se acaba.

Ahora bien, ¿que pasa cuando se acaba? Normalmente, uno cose un parche a su corazón, le da un par de anfetaminas, y sigue andando. En mal estado, fundido, en 3 cilindros hasta que otra persona se encargue de limar los aros y dejarlo casi a nuevo. Cortamos relación con esa persona, aunque sabemos que con tres palabras nos vuelve todo atrás (otra vez, hay un articulo sobre esto en post anteriores. Y si, o estoy en citador o ya hablamos de casi todos los aspectos importantes, decidan ustedes). La otra opción es pasar del tequierismo al "te odio con toda mi alma, si te cruzo te piso con el auto”, y demás arranques de locura típicos de un corazón rasgado. Este paso es mas doloroso, porque sabemos que no hay vuelta atrás, aunque no seamos nosotros quienes solemos darlo, y en caso de que lo demos, seguro es ley del último recurso.

Bueno, hoy fue mas un desahogo que un ensayo teórico, pero alguien tenia que dejar en claro que no somos Buda. Locos sí, boludos no...

By Lilith

jueves, 8 de enero de 2009

La agonía y el éxtasis (interacción masculina y femenina quizás mas allá del tequierismo)

Antes de empezar a leer les pido dos o tres cositas: 1. si me van a llamar misógino, háganlo de una. Soy puto pero hombre, por eso digo lo que digo. 2. dejen su pretendida autodefensa de lado y no interrumpan 3.intenten, al menos, comprender que lo que voy a describir lo hago *genéricamente*. Aclarado esto, tomen aire

Creo estar empezando a aburrirme de los casos de Síndrome de Julieta que ciertos ejemplares femeninos sufren asiduamente. Para hablar mas claro: ellas se la llevan de arriba. ¿Por qué? Simple, su pacateria de bacón las inhibe para dar cualquier tipo de primer paso. Cualquier aproximación o pista sobre lo que se espera de nosotros.

Es así como se cocinan ellas en un caldo de expectativas no cumplidas y nosotros (o quizás ellos, los que les va estas cosas) nos ahogamos en un mar de contención, de inhibición testosterónica.

Porque es claro, mientras ella no diga nada SOMOS AMIGOS. Entonces, no me puedo siquiera tocar pensando en ella. No puedo porque amigos son esos que se quieren pero no se tocan, que se miran pero no piensan en comerse la boca, que saben que el otro está pero no para meterlo en la cama.

Entonces se exige de una u otra manera la total sublimación del instinto sexual, sensual y natural de la persona, en pos de algo glorioso como es la amistad.

Pregunta: ¿Es posible?
Respuesta: Si. Se puede. Lo he visto con mis propios ojos, lo he sufrido en mis…. (¿lo digo? Si, HUEVOS). Y he pasado a desechar un garche improbable y conseguir un hermano, un AMIGO. Así que si, se puede.

Pregunta: ¿De verdad lo quieren ellas así?
Respuesta: POR SUPUESTO QUE NO.

¿Qué clase de pelotuda se banca meses al lado de un tipo que encuadra en todos sus sentidos, que por su nivel de contención es claramente un caballero y que hasta ahora no amagó más que a entender la tersura de su alma femenina evitando babearse sobre sus pechos? Ninguna, señores, ninguna.

Pero lo hacen igual, porque les gustan las sorpresas.

Ellas quieren que el amor nazca así como florecen las cosas en la vida. Esperan un día en que al despertar, se den cuenta que es hora de hacer feliz a su único y verdadero amor. Ese gil que se paso meses cortejándola, para después darse cuenta que si movía un dedo la perdía para siempre. Aquel macho inhibido que optó por lo fácil y sano, es decir, le dio a cuanta perra se cruzo en el camino MENOS A ELLA. Y por más que este delante suyo como Dios la trajo al mundo pero 23 años después, este santo se contiene porque NO DA.

Después de 5 meses de tortura psicológica de esta índole, cuéntenme: ¿como les queda el bocho?

Pero lo interesante viene ahora. Ella decidió que el amor es masomenos genuino hacia el y se lo intenta decir. Como es obvio no va a hablar, va a generar acciones de “franeleo intelectual” que lleven al desbarranco emocional de su nueva presa.

El pibe-victima no comprende por que a los 10 minutos de cortar por teléfono, ella lo llama de nuevo. Tampoco intuye (después de que su mente se adapte al estado zen en el que la mujercita en cuestión perdió los pechos y consiguió un bigote y un miembro de 18 cm lo cual la aleja del mundo cojible) a donde apunta tanto revoloteo de faldas, tanto desarrollo hormonal de último minuto.

Sin embargo, decide aceptarlo, porque otra no le queda. Es decir, el hombre en este momento se resigna a su realidad social. Aunque tu amigo sea el Unabomber, es tu amigo antes que un psicópata ¿se entiende?

Cuando no hay respuesta por parte de él, entonces llega la crisis. Y la crisis viene acompañada de un pequeño periodo pre-crisis, donde ella se juega el todo por el todo esperando que el se le declare al fin. Se disparan sus ilusiones, se rellena el corazón de expectativa y ataca.

Lo que no sabe es que esta a punto de darse contra una pared. ¿Por qué? Porque consiguió al fin lo que quiso.

Ella quería un “amigo” para después pasarlo a “novio” como próxima categoría en el escalafón. Pero las personas no son empleados públicos y no viven esperando que su vida “categoría 4 subgrupo A” se transforme por capricho de alguien en una “subrrogancia categoría 8 agrupamiento asistencial G”.

Así, cuando ya la cosa es evidente, cuando solo falta encargar el pasacalle de “te amo” (que debería decir “AHORA si te amo”) es cuando el hombre se frena y la mira fijo a los ojos. Si se precia como hombre, seguro le dice: “no entiendo adonde vas. No se, me preocupa que se estén confundiendo las cosas. Te aprecio y cuento con vos para lo que sea, sos mi amiga, lo sabes”.

Ahora si. Crisis. Grande. Larga. LLantosa y sobre todo FURIOSA.

(Mujeres que hasta aquí siguen leyendo: vean “La Boda de Mi Mejor Amigo” y presten atención, MUCHA, atención a quien es la que se casa con él. Si, Cameron Díaz gana. Siempre hay una Cameron atrás suyo que les va a ganar. Así que lloren todo de una y recompónganse).

La furia viene acompañada de cosas indecibles. “¿Como EL me rechaza a MI?” escriben en las paredes y gritan: “Yo me banqué mas de un llantito del idiota ese por una pelotuda que ni duro una noche Y AHORA me dice que no, que somos amigos…”

Pues bien, déjenme decirles que es OBVIO su trastorno mental.

El amor no es un plazo fijo, no se puede invertir para vivir de las regalías de un depósito sentimental. Uno no va y deja en el corazón de alguien del sexo opuesto una cierta cantidad de cariño y esperanzas para luego de unos meses y a voluntad retirar una determinada cantidad de amor, con 50 centavos de sexo. Y por eso lloran después, cuando se topan con el corralito del 2001.

Porque los hombres la tienen más clara. Dicen las cosas de frente y luego se van a llorar a un rincón. Saben que hay una barrera tácita de 15 centímetros de distancia entre las personas. Saben de líneas que no se cruzan “ni con tu hermana ni con tu vieja”. Saben de códigos de manada. Y sobre todo no esperan casi nada de tiempo para hablar. Si me gusta fulana voy y se lo digo. Y si me dice que no, me voy lejos. O me hago su amigo. Y amigo significa “tomatelas”.

Y sobre todo no especulan con el amor. Depositan en caja de ahorro y retiran lo que necesitan cuando lo necesitan de la forma en que lo necesitan. Un tipo en la cama te banelquiza la vida.

Pero más que nada tienen claro, muy claro, que su AMIGA (la que mas te gusta, ese que casi amas) no te va a hacer un cacerolazo si después de mil noches de juerga y de borracheras filosóficas, pones como excusa a la tía para faltar a una graduación, cumpleaños o despedida de soltero.

Creo que lo mejor es abandonar el síndrome de Julieta. No jodan en la terraza. Conquistar a un hombre es fácil, lo difícil es mantenerlo al lado todo el rato. Pero ahí esta la diferencia. Los amigos se quedan al lado, los garches no.

Si quieren un amigo, úsenlo como amigo y si buscan un garche pues usen forro; a ver si todavía el crio les nace hembra. Dios no lo permita. Muchas gracias.

by: TIN