lunes, 4 de mayo de 2009

El ojo de Sauron

Tomemos como premisa principal que hay personas buenas y personas malas.

Aceptemos luego que las personas dedican su vida a evitar, en mayor o menor medida, que sus decisiones sean causa de males para el resto de los mortales.

Así podremos acordar que la diferencia entre las personas buenas y las malas, es que las segundas poseen una disposición genética para la dominación física, económica y emocional del otro; con el consecuente placer que esto les proporciona.

Es importante notar que los tequieristas vivimos en un estado de “intifada emocional” permanente, somos Talibanes del sentimiento.
Esto parece catalizar esa maldad a la que hago referencia, los tequieristas potenciamos la maldad de las personas.

O quizás le ofrecemos un medio de cultivo y desarrollo que les viene de maravilla.

Pondré un ejemplo objetivo. Toda mujer conoce, en mayor o menor medida, el alcance de su poder de seducción. Eso es perverso, pero útil.

Una morocha provocadora, enfundada en su minifalda de jean y su top negro, con sandalias de taco, ojos rasgados, boca pulposa, tetas como para voltear bombarderos aire-tierra, y un culo manzanita, entiende con solo mirarse al espejo, el por que de que los hombres a su alrededor actúen de manera torpe, sean mansos animalitos domésticos.

El aura sexual inhibe las reacciones cerebrales de casi todos en general, y descoloca además el sentido común de los tequieristas. Por no decir que lo anula por completo.

Si esta morocha es una mala persona, una vividora o una histérica, el suicidio emocional al que se encaminan los tequieristas que se le acerquen no es ya un suicidio sino una masacre, o al menos una larga tortura. ¿Por qué? Simple y sencillo, nos cuesta resistirnos a la sumisión amorosa.

Entonces, la maldad potencial de la persona morocha en cuestión se incrementará a niveles insoportables en cuanto pose sus ojos, o sus labios en un tequierista y así será siempre.

Este es el único caso en que exime de culpa al tequierista ante el desperfecto en la relación. Una patología anula la otra.

En mi fuero personal estoy convencido que los besos de esa clase de personas son los que más frecuento. Y no es que besen mejor que el resto, es que saben donde besar.
(By Tin)

7 comentarios:

tom dijo...

Cuánta verdad hay en eso querido Tin, yo diría que esa gente, la morocha, que podríamos ponerle un nombre científico que dejo a su criterio, hacen las veces de Kriptonita para nuestro ya tan bastardeado corazón.
Imploro, cual judío esperando al mesías, que llegue algún superheroe-tequierista a salvarnos!

Lloth dijo...

si algún superheroe-tequierista os salvara dejaríais de ser tequieristas y tendríais que buscar otra manera de autoinfligiros daño... dejad a las morochas infartantes y a los morochos todopoderosos que sigan destrozando corazones a su paso... más vale malo conocido que por conocer...

Tin dijo...

Tom: uhmm una cosa curiosa, necesitamos un superman o un jesus?
"Perdonalos, padre, no saben a quien quieren"

LLoth: es verdad aunque en parte. Las vivoras tienen veneno aun cuando el hombre haya decubierto el suero antiofidico. O sea, quitanos el amor de las personas inadecuadas, y buscaremos una forma de seguir pegandonos palos emocionales. Ya lo explico Jurassic Park, la vida se abre camino...


Salu2..Tin

Lloth dijo...

En ese caso habría (y te encargo) que hacer una lista de los diferentes palos emocionales a los que voluntariamente se someten los tequieristas... seguro que hay tequieristas por ahí que aún no saben todas las maneras de cortarse las venas (emocionalmente hablando, los emos van en otro blog... ) y sería de ayuda que alguien les abriera los ojos y les mostrara el camino hacia la siguiente relación de una semana y más concretamente, a la manera de finalizarla.

Tin dijo...

LLoth:
Todos los palos son el mismo porque todas las relaciones tequieristas son LA relacion unica y final.
Asi que la "muerte" tequierista es el devenir de varias "muertes" identicas, errores del amor a destiempo.

Si pudieramos identificar las distintos tipos de palos a venir los prevendriamos. Somos tequieristas no boludos.

Lloth dijo...

¿No es el tequierista en si alguna clase de romántico que solo vive a través del sufrimiento amoroso? previniendo los palos ¿no matarias la esencia misma del tequierismo?


Asomaba a sus ojos una lágrima
y a mi labio una frase de perdón;
habló el orgullo y se enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.

Yo voy por un camino; ella, por otro;
pero, al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún: —¿Por qué callé aquel día?
Y ella dirá: —¿Por qué no lloré yo?

tom dijo...

para evitar confusiones le aclaramos a Lloth que "el tequirista, su principal problema, miedo, autoflagelación, dolor, o cualuquier forma de padecer... radica en sí mismo, él es el principio y causa de todos sus males"

salud!